Galliano sin John Galliano

Lo leía hace unos días: La firma John Galliano ha despedido a su diseñador. LVMH, el conglomerado presidido por Bernard Arnault ha decidido ponerle el punto y final a la firma Galliano tras despedir hace poco más de mes y medio al diseñador de la maison Dior. Relación finiquitada.

Es curioso porque la firma Alexander McQueen continúa tras la repentina muerte de su diseñador, quizás un sinsentido cuando era su línea propia y tenía pocos años de vida. Entiendo que marcas emblemáticas, como son Chanel, Balmain, Burberry, Cacharel y la propia Dior, con una historia detrás y una sólida imaginería decidan seguir su camino de la mano de nuevos diseñadores, pero firmas bastante recientes que son la extensión de un joven creador, no lo acabo de comprender. ¿Qué son esas firmas sin su diseñador cuando éste es su razón de ser? ¿Qué pasará con Galliano? ¿Se elegirá a un creador y se le pasará el testigo de Galliano cuando él, por muy enfermo, desquiciado o qué sé yo, sigue vivo y con la capacidad de seguir creando?

Me ha venido a la cabeza una campaña publicitaria que me encanta. En un principio no me gustaba, y por ello la rechazaba, pero me atraía de todas maneras. Tenía algo que no acababa de adivinar que me atraía mucho. Poco a poco y a base de verla y verla, me acabó enganchando. Está claro que tenía algo magnético, atrayente, que provocaba sentimientos que no daba a entender, y por ahí me sedujo; por resquicios irracionales, digo yo.

Malgosia Bela puede parecer sucia y la escena tétrica, aunque es exactamente por eso por lo que creo que me sigue pareciendo una gran campaña; porque no es la típica imagen perfecta, minimalista, limpia y luminosa. No nos están vendiendo la perfección, sino que nos narran una historia oscura y misteriosa.

Me imagino una mujer pirata que ha vuelto de su último viaje cansada, con ganas de estar a salvo en su guarida y con su botín entre manos. Pero al poco tiempo, ella necesita volver a las andadas, la adrenalina que supone el no saber qué pasará, qué será de ti; y entonces, coge parte del último botín y se disfraza en la noche, acompañada de una botella de ron.

Si una imagen consigue hacerte imaginar tantas cosas, es que estás delante de una imagen potente. Nos atrae por lo que no nos cuenta, lo que está fuera de campo.

Y eso seguro que es obra y gracia de John Galliano. No es un diseñador a secas, es algo más: es un narrador de historias, un crooner de la moda. Ya lo dicen, que quién posee una sensibilidad especial, y en este caso es indiscutible, padece de más transtornos que el resto al comprender lo que los demás no consiguen ver.

Y todo parece indicar que hay quién, tras labrarse un nombre, está aprovechando su historia y su experiencia (polémica incluida) para crear su propia firma a la que bautizará como:

Carine Roitfeld junto al peluquero Luigi Moreni y al fotógrafo Iango Henzi. ¿Creando su primera campaña?