No temas al color!

Soplan nuevos vientos y nos traen la noticia de que vuelve el COLOR. Color siempre hay, aunque últimamente estábamos acostumbrados a los empolvados, gamas más austeras o a la ausencia de brillo.
La moda es así de caprichosa y ahora nos inunda con colores vibrantes, vivos, luminosos: añil, turquesa, flúor, amarillo sin tapujos...

Las cadenas de gran distribución ya han tomado nota y quieren ganar adeptos a la causa colorista pero dentro de muy poco veremos si el pueblo de a pie se deja seducir por la idea...
¿Por qué este temor al color?, ¿Por qué no es discreto y nos deja en evidencia como unos enfermos por llamar la atención?, ¿Por miedo a que nos tomen por gente poco seria? Me parece que estos argumentos huelen a rancio.

Una profesora de universidad nos contó como con 13- 14 años un día decidió ponerse su faldita con unos calcetines a la altura de la rodilla de color vermellón. Lo primero que oyó en cuanto llegó a la calle fue: -Niña, pareces una fulana. Vergüenza debería darte-. Lo siguiente que hizó fue subir lloriqueando a casa para cambiárselos por unos grises...

Personalmente, el color me gusta mucho y intento huir de los tópicos, sobre todo porque me veo más favorecida llevando colores vivos que mezclas grisáceas, pero me pregunto cómo se adaptará esta tendencia.

Me temo que veré poco más que camisetas de algún color más vivaracho y algún detallito tipo cinturón fino, zapato rojo, foulard... No obstante, animo a que probéis lucir ropa colorida, pintalabios fucsia o un bolso verde loro; estoy convencida que después del miedo inicial, estaréis encantadas con el resultado, sobretodo a medida que os vayan cayendo piropos y comentarios favorables.

Además, siempre se puede empezar con tímidos comienzos:

Dejad temores atrás. El color será vuestro mejor aliado.