Rentrée y adaptaciones estilísticas

Todos hemos jugado alguna vez a vincular algo: personaje, objeto, lugar, a alguna otra cosa de índole diferente. Si fuera una fruta, ¿qué fruta sería?, si fuera un color, ¿qué color sería?. Y ahora os pregunto yo, ¿A qué marca vincularíais el estilo pijo más clásico? Supongo que si no fuera la primera, sería la segunda, pero el nombre de Ralph Lauren aparecería seguro.

La noticia es que Ralph Lauren ha decidido poner punto y final a una de sus líneas, Polo Ralph Lauren. A partir de ahora será "Ralph Lauren" a secas.

La marca norteamericana no para de crecer y con el objetivo de seguir expandiéndose, está probando nuevas estrategias para continuar ampliando mercados.

Lo que más llama la atención es ver la trayectoria de la firma en esta última década. Si nos remontamos unos años atrás, recordaremos que Ralph Lauren equivalía al estilo clásico de campus universitario prototipo de los wasp, como pantalones de pinzas beige, mocasines, camisas y polos en tonos pastel, jerseys de look náutico y otras prendas propias de un buen fondo de armario preppy.

Pero los tiempos cambian a pasos agigantados, y lo que representaba la estética de los cachorros de ideologías conservadoras, ha mutado en una nueva opción para aquellos que vibran con la música y cultura indie, ahora que ya ha sido engullida por el mainstream. Como una imagen vale más que mil palabras, fijaros el la portada del segundo disco de Vampire Weekend:

La banda neoyorquina es el ejemplo de los nuevos tiempos del independent pop- rock, que más tiene que ver con Gossip Girl que con el Smells Like Teen Spirit, aunque se agradece la sinceridad de mostrarse como lo que son: chicos bien y estudiantes de Columbia. Y como tales visten a su estilo siendo sus básicos son las camisas oxford, jerseys de lana merina en los hombros, desert boots y náuticas.

De los blogs, a triunfar y llenar salas de conciertos y festivales, así que líderes de opinión de la masa indie, que por imitación y admiración se pirran por las camisas de cuadros y otras prendas de Ralph Lauren.

Los chavalines incluso protgonizan editoriales de Steven Meisel.

Supongo que de ahí proviene esa deria por incluir en fickrs y blogs de trendsetters fotos de campañas vintage de la marca norteamericana, la cual no se ha quedado impávida y ha sabido transformarse, como bien mandan las modas, creando una nueva línea casual para su target de 20 a 40 años. Hablamos de Denim & Supply.

La novedad es el estilo más casual inspirado en el vintage y en la vida alternativa que representa el barrio de Brooklyn. Ya no nos muestran estudiantes aplicados con el pelo bien peinado y buenas maneras, sino jóvenes con intereses culturales y mucho más independientes y despreocupados por dar la imagen que sus padres posiblemente querrían.

Este estilo no se diferencia mucho del que desde hace unos años vemos que abundan en los buenos barrios de las ciudades europeas. En el caso de Barcelona, en Pedralbes y St. Gervasi han desaparecido las perlas, los polos lisos de marca y los pantalones de montar, para transformarse en un estilo más (aparentemente) relajado, el pihippy o balear o pseudorockero. Sólo hace falta darse una vuelta por cualquier terraza de la zona alta para captar esta transformación que también vemos en la prensa rosa (Hermanos Casiraghi o la patria Sara Carbonero).

Nuevos vientos soplan en las altas esferas y las marcas de están adaptando. Otro ejemplo sería el lavado de imagen de Valentino, que quiere llegar a las nuevas generaciones, y para ello optan por sensualidad, desnudos, modelos enigmáticas y tachuelas en bolsos y zapatos.

¿Qué opinará Valentino Garavani de diseñar parkas militares por mucho forro de tul que lleven?

La moda sigue su camino y ni los territorios más conservadores se libran de los cambios.